¿Qué hacer en el Cajón del Maipo? Esa es una pregunta que muchos se hacen cuando sienten que el cuerpo les pide una pausa y el alma un poco de naturaleza. Si estás buscando una escapada cerca de Santiago que combine aire puro, paisajes imponentes, descanso activo y una buena dosis de renovación personal, el Cajón del Maipo te espera con los brazos abiertos.
Esta zona cordillerana, ubicada a tan solo una hora de la capital, tiene ese no sé qué que te hace volver una y otra vez. Ya sea que vayas por el trekking, por las termas, por una caminata tranquila entre árboles o simplemente para respirar distinto, cada visita te entrega algo nuevo. Es de esos lugares donde el silencio tiene sonido y las montañas te invitan a bajar el ritmo.
Y si no sabes por dónde empezar o qué ruta tomar, aquí te comparto las 10 mejores cosas que hacer en el Cajón del Maipo. Opciones para todos los gustos y niveles de energía, pensadas para que te conectes con la naturaleza, con tu grupo y contigo. Porque a veces basta una buena escapada para volver a sentirte tú.
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10 cosas que sí o sí tienes que hacer en el Cajón del Maipo
1. Caminar por el Embalse El Yeso
Si estás buscando qué hacer en el Cajón del Maipo y solo tienes tiempo para una actividad, el Embalse El Yeso debería estar en tu lista. Este clásico no pasa de moda, y es fácil entender por qué: el agua color turquesa enmarcada por montañas nevadas parece sacada de una postal del sur, pero está a solo dos horas de Santiago. Es un lugar que, incluso en silencio, te dice que pares, mires y respires hondo.
Puedes llegar en auto (idealmente un 4×4 si vas fuera de temporada o después de lluvias), ya que el camino puede tener tramos con ripio suelto o barro. Si no tienes vehículo o prefieres relajarte, hay tours diarios desde Santiago que te llevan sin complicaciones.
¿Qué llevar?
Aunque vayas en verano, lleva abrigo. El clima en altura cambia rápido y el viento puede ser intenso. Idealmente:
- Cortaviento o parka ligera
- Lentes de sol
- Protector solar (sí, incluso con nubes)
- Agua (no hay donde comprar)
- Snack o picnic (te va a dar hambre con esa vista)
- Calzado cómodo y antideslizante, tipo trekking
Recomendación importante:
Llega temprano, tipo 9 a.m., para encontrar estacionamiento sin apuros y disfrutar del paisaje sin multitudes. Además, no hay baños ni servicios en la zona, así que anda preparado con todo lo necesario (y por favor, llévate tu basura).
Dato extra:
El embalse se encuentra a unos 2.500 metros de altitud, así que ve con calma si no estás acostumbrado. Es un lugar tranquilo para caminar, tomar fotos y dejar que la naturaleza te reordene por dentro.
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2. Termas de Baños Colina
Dentro de las mejores cosas que hacer en el Cajón del Maipo, sumergirse en las Termas de Baños Colina es una experiencia que realmente se queda contigo. Porque no es solo meterse al agua: es hacerlo en medio de la cordillera, rodeado de montañas, cielo azul (o estrellado, si vas de noche) y ese silencio que no se encuentra en ningún spa urbano. Acá todo es más real, más simple, más profundo.
Estas termas están ubicadas a unos 104 km de Santiago, cerca del sector de Lo Valdés, y lo más mágico es que son completamente naturales. Las piscinas están dispuestas en forma de terrazas escalonadas, y el agua rica en minerales y con propiedades terapéuticas puede superar los 40°C. Si vienes de una caminata o simplemente necesitas soltar tensiones acumuladas, este es el lugar ideal.
¿Cómo llegar?
Puedes ir en vehículo propio (nuevamente, de preferencia 4×4 si es temporada de lluvias o invierno) por el camino G-25 hacia San José de Maipo, y luego seguir hacia Baños Morales y Lo Valdés. También hay operadores turísticos que ofrecen el traslado + entrada + picnic, si prefieres evitar el manejo.
¿Qué llevar?
- Traje de baño (¡obvio!)
- Toalla y ropa de cambio
- Sandalias o zapatos de agua (el suelo puede ser irregular o resbaladizo)
- Protector solar y gorro
- Agua potable (hidratarse es importante, incluso en agua caliente)
- Algo liviano para comer (hay mesas rústicas y espacio para picnic)
Recomendación práctica:
El acceso a las termas tiene un valor por persona, y la entrada es por orden de llegada, así que es buena idea llegar temprano, especialmente los fines de semana. Además, el lugar es rústico, lo que significa sin señal, sin wifi y con servicios básicos, pero eso es parte de su encanto.
Tip de bienestar:
Si vas con tu equipo de trabajo o amigos, pueden combinar la visita con una caminata liviana o un pequeño taller de mindfulness en la zona. Hay empresas como Sureste que organizan experiencias guiadas de autocuidado en entornos naturales, y esta zona es perfecta para eso.
En resumen:
Ir a las Termas de Baños Colina es dejar que el cuerpo se suelte y la mente se aquiete. Un plan perfecto si lo que buscas no es solo “hacer algo” sino sentir algo.
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3. Hacer trekking en el Monumento Natural El Morado
Si estás buscando qué hacer en el Cajón del Maipo y te apasiona caminar entre paisajes que parecen sacados de una película, este es tu lugar. El Monumento Natural El Morado es uno de esos rincones que te recuerdan por qué Chile tiene una geografía privilegiada. Y cuando digo privilegiada, me refiero a glaciares, ríos, quebradas, montañas nevadas y ese silencio que solo se escucha cuando todo está bien.
La ruta más conocida es la que lleva al Glaciar San Francisco, una caminata de dificultad media que toma entre 4 y 6 horas ida y vuelta, dependiendo del ritmo y las paradas para sacar fotos (créeme, vas a querer muchas). El sendero está bien demarcado y tiene distintos puntos panorámicos que te dejan sin palabras. En primavera y verano, el camino se llena de flores nativas como la añañuca, el chilco o la flor del notro, dándole un toque de color que contrasta increíble con el hielo y la roca.
¿Cómo llegar?
Desde Santiago, debes tomar el camino G-25 hacia San José de Maipo y luego continuar hacia Baños Morales. Desde ese sector se accede a pie al parque. Si no tienes movilidad, hay agencias locales que ofrecen transporte, guía y entrada incluida.
Qué llevar en la mochila (sí o sí):
- Buenas zapatillas de trekking (nada de suelas lisas)
- Ropa en capas: en la mañana hace frío, al medio día calor, y en la tarde… viento
- Protector solar, lentes de sol y gorro
- 1.5 a 2 litros de agua
- Snacks energéticos (frutas, frutos secos, barritas)
- Bastones de trekking si los usas, ayudan mucho en la bajada
- Cámara o celular con espacio libre: te vas a llenar de fotos
Importante:
El Monumento Natural El Morado es un área protegida administrada por CONAF, así que tiene horarios de ingreso, capacidad limitada y entrada pagada. Se recomienda reservar con anticipación, sobre todo en temporada alta.
¿Y si vas con un grupo de trabajo?
Este lugar también es perfecto para salir de la rutina y conectar desde otro lugar. Puedes complementar la caminata con dinámicas grupales al aire libre, algo que empresas como Sureste incluyen en sus programas para fortalecer la comunicación, el liderazgo o simplemente pasar un día distinto… pero significativo.
En resumen:
Hacer trekking en el Monumento Natural El Morado no es solo caminar. Es regalarte un espacio para respirar distinto, para moverte con propósito y para mirar la inmensidad desde muy cerca. Es de esas experiencias que hacen bien por dentro y por fuera.
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4. Participar en actividades outdoor con sentido
Si estás buscando qué hacer en el Cajón del Maipo que vaya más allá de las típicas postales y selfies, esta opción puede cambiarte la perspectiva. Porque sí, este lugar es precioso, pero también es una invitación a algo más profundo: pausar, respirar, mirar hacia adentro y reconectar con lo esencial. Y cuando esa pausa sucede en medio de montañas, ríos y cielos abiertos… todo toma otro color.
Acá es donde entran las actividades outdoor con propósito, como las que ofrece Sureste. ¿En qué consisten? Son experiencias que combinan naturaleza, cuerpo, mente y grupo. Puede ser una caminata consciente por un sendero cordillerano, un taller de expresión emocional al aire libre, dinámicas corporales, círculos de palabra, silencio compartido o simplemente aprender a observar el entorno con una nueva mirada.
¿Para quién es esto?
Para equipos de trabajo que están buscando algo distinto. Para líderes que entienden que el bienestar no se mide solo en números. Para grupos que necesitan soltar tensiones y fortalecer vínculos. Para personas que saben que una salida no es solo “salir”, sino también volver con algo nuevo dentro.
¿Qué tiene de especial?
A diferencia de un paseo corporativo común, estas actividades están diseñadas con un enfoque psicoeducativo y experiencial. Es decir, no solo relajan, también entregan herramientas reales para el día a día: autoconocimiento, escucha activa, regulación emocional, conexión con el grupo y con uno mismo.
¿Dónde se realizan?
En distintos sectores del Cajón del Maipo, como San José, El Manzano, San Alfonso o en espacios privados rodeados de naturaleza. El lugar se elige según el tipo de actividad, la época del año y el perfil del grupo. Lo importante es que el entorno no sea solo un decorado, sino parte activa de la experiencia.
¿Qué llevar?
- Ropa cómoda (ideal tipo outdoor, por capas)
- Zapatos cerrados y firmes (tipo trekking)
- Botella de agua reutilizable
- Cuaderno o libreta si la actividad lo contempla
- Disposición a compartir, escuchar y salir de la rutina
Un dato importante:
Muchas de estas actividades pueden personalizarse según las necesidades del grupo. Puedes incluir dinámicas enfocadas en liderazgo, cohesión, gestión del estrés o simplemente reconexión emocional. Todo con facilitadores profesionales y acompañamiento cálido, no forzado.
En resumen:
Participar en actividades outdoor con sentido no solo es hacer algo distinto. Es hacer algo que deje huella. Porque cuando conectas con otros en medio de la naturaleza, sin prisa ni presión, algo se acomoda adentro. Y eso, en estos tiempos, vale mucho más que cualquier souvenir.
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5. Visitar el Parque Nacional Rio Clarillo
Si estás buscando qué hacer en el Cajón del Maipo que sea tranquilo, accesible y perfecto para disfrutar sin apuros, el Parque Nacional Río Clarillo es un verdadero regalo de la naturaleza. No todo en la zona es aventura extrema o trekking de alto esfuerzo: también hay espacios para conectar con lo simple, lo verde y lo compartido.
Este parque, ubicado en la comuna de Pirque, es ideal para un paseo familiar o para quienes buscan caminar sin prisa. Tiene senderos bien señalizados, zonas de picnic amplias, baños, guardaparques y riachuelos de aguas claras que invitan a mojar los pies y quedarse un rato.
¿Por qué ir?
Porque a veces lo que más necesitamos no es “hacer mucho”, sino darnos el permiso de hacer menos, mejor. Sentarse bajo un quillay, escuchar el sonido del río, compartir una fruta con los tuyos o simplemente caminar mirando sin celular en la mano. Río Clarillo tiene esa energía que baja las revoluciones.
¿Qué senderos hay?
Hay varias rutas para elegir según tu tiempo y ganas. Algunas de las más recomendadas son:
- Sendero Quebrada Jorquera: muy fácil, apto para todas las edades, con pasarelas y puntos de descanso.
- Sendero Arboretum: perfecto para conocer flora nativa, como el peumo, litre, quillay y boldo. Incluye señalética educativa.
- Sendero Aliwen Mahuida: un poco más exigente, pero con vistas panorámicas que valen la pena.
¿Qué llevar?
- Zapatillas cómodas o de trekking (aunque sea sencillo, hay tierra y piedra suelta)
- Protector solar y gorro, especialmente en primavera y verano
- Ropa por capas (las mañanas son frescas, pero el sol pega fuerte después)
- Agua, frutas, algún snack y bolsa para la basura (no hay venta de comida dentro del parque)
- Ropa de baño o toalla pequeña si quieres mojarte en el río
¿Cómo llegar?
Desde Santiago, puedes tomar el camino hacia Pirque por Av. Concha y Toro, y luego seguir por la ruta G-405. Son unos 45 minutos desde la ciudad si vas en auto. También puedes llegar en bus hasta Pirque y luego tomar un colectivo hasta la entrada del parque, aunque esto limita un poco los horarios.
Consejo práctico:
Debes reservar tu entrada con anticipación en el sitio de CONAF, especialmente los fines de semana y feriados. El parque tiene un aforo diario, y si no alcanzas cupo, no podrás ingresar.
Para quién es perfecto:
- Familias con niños pequeños
- Personas mayores que buscan naturaleza sin riesgos
- Parejas que quieren desconectarse del cemento
- Grupos que quieren un día relajado, con sombra, río y caminata suave
En definitiva, Río Clarillo no es para correr ni para mostrarlo en stories con música épica. Es para bajar el ritmo, dejar que el silencio haga lo suyo, y volver a casa con la sensación de haber respirado distinto.
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6. Degustar vinos en las viñas del Maipo Alto
Una de las cosas más sublimes que hacer en el Cajón del Maipo especialmente si eres de los que disfrutan los detalles es darte una vuelta por sus viñas. Porque sí, esta zona también es tierra de vinos con historia, carácter y sabor profundo. Acá no solo se bebe vino: se vive. Y si cierras tu escapada con una copa en mano, al atardecer, en medio de jardines cuidados y con la cordillera de fondo… créeme que lo vas a recordar.
El Maipo Alto es una de las zonas vitivinícolas más reconocidas de Chile, famosa por sus tintos intensos, especialmente el Cabernet Sauvignon. Las condiciones climáticas, la altitud y la cercanía a los Andes generan vinos con personalidad, y eso se siente en cada sorbo.
¿Qué viñas visitar?
Aquí van algunas imperdibles, con propuestas distintas según lo que busques:
- Viña Santa Rita: Una de las más emblemáticas. Tiene museo, viñedos centenarios y un parque con más de 40 hectáreas. Ideal para quienes quieren un paseo completo, con historia, arte y vino.
- Concha y Toro: Reconocida a nivel mundial. Ofrece tours guiados por sus antiguas bodegas y el famoso Casillero del Diablo. Perfecta para quienes buscan una experiencia tradicional y bien producida.
- Viña Aquitania: Más pequeña, boutique y personalizada. Si te interesa la enología, aquí puedes conversar con los mismos dueños y enólogos. Es una joyita para paladares curiosos.
¿Qué esperar de la experiencia?
La mayoría de las viñas ofrecen tours guiados que duran entre 1 y 2 horas, incluyen recorrido por los viñedos, explicación del proceso de vinificación, visita a la bodega y, por supuesto, degustación de vinos premium. Algunas incluyen maridaje con quesos o chocolates, y otras te permiten comprar vinos directamente desde la cava, con precios preferenciales.
¿Qué llevar?
- Zapatos cómodos (hay caminos de tierra o gravilla)
- Gorro y lentes de sol si vas en primavera o verano
- Capa de abrigo ligera, porque en zonas de viña el clima cambia rápido
- Ganas de preguntar y aprender (los guías saben mucho y responden con gusto)
¿Cómo llegar?
Desde Santiago, el viaje en auto es de unos 45 a 60 minutos dependiendo de la viña. Muchas están en Pirque, Buin o Peñaflor. Puedes ir por tu cuenta (ideal si alguien más maneja) o tomar un tour con traslado incluido desde la ciudad. Algunas viñas requieren reserva previa, especialmente fines de semana o temporada alta.
Para quién es perfecto:
- Parejas que buscan un plan romántico y relajado
- Amantes del vino y la gastronomía
- Viajeros que quieren conocer una cara distinta del Cajón, más suave y sensorial
- Grupos pequeños que quieren cerrar su jornada con una experiencia que equilibre conversación, paisaje y sabor
Y si vas con tiempo, quédate un rato en el jardín con tu copa. No hay apuro. Cada sorbo es una pausa, una historia, un momento. Y ese, al final del día, también es el corazón del Cajón del Maipo.
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7. Vivir una jornada de autocuidado para empresas
Si te preguntas cómo fortalecer a tu equipo sin caer en lo típico de siempre, esta es una de las experiencias más transformadoras que ofrece el Cajón del Maipo. Las jornadas de autocuidado para empresas están pensadas como pausas necesarias, reales y profundamente humanas. No se trata de “premiar” al equipo con un paseo, sino de regalarles un espacio donde puedan respirar, escucharse, reconectar y volver a casa con algo más que una foto grupal.
Hoy más que nunca, cuidar a las personas que hacen posible una empresa no es opcional. Es estratégico. Y las organizaciones que entienden esto están apostando por salidas que combinan bienestar, conexión y propósito.
¿Qué incluyen estas jornadas?
Empresas especializadas como Sureste han diseñado propuestas únicas que mezclan:
- Caminatas conscientes por la naturaleza
- Talleres de respiración y regulación emocional
- Espacios de silencio guiado y gratitud
- Círculos de conversación horizontal
- Dinámicas grupales que fomentan la empatía, el sentido y la escucha activa
- Yoga suave, biodanza o expresión artística según el perfil del equipo
- Momentos de pausa profunda, sin celular, sin presión
Todo esto se realiza con acompañamiento profesional y adaptado a las características de tu equipo: no es lo mismo trabajar con un grupo de operarios que con un equipo de gestión emocional o una startup creativa. La clave está en la personalización.
¿Dónde se realizan?
La mayoría de estas jornadas se desarrollan en entornos naturales del Cajón del Maipo, como bosques nativos, miradores cordilleranos o espacios privados diseñados para este tipo de experiencias. Algunos programas se hacen en domos, refugios de montaña o al aire libre con puntos de descanso.
Lo importante no es solo el lugar, sino la energía que se genera: el silencio, el agua que corre, el viento limpio… todo contribuye a bajar el ritmo y abrir espacio para lo esencial.
¿Qué debes llevar?
- Ropa cómoda y de abrigo por capas
- Calzado tipo trekking o zapatillas firmes
- Botella de agua reutilizable
- Manta ligera o mat de yoga (si la actividad lo incluye)
- Una disposición abierta, sin necesidad de “hacerlo bien”: aquí todo suma
¿Por qué funciona?
Porque a veces, lo que más necesita un equipo no es una capacitación, sino una pausa. Un lugar donde no se evalúe el rendimiento, donde nadie tenga que “liderar” ni responder correos. Solo estar. Y desde ahí, surgen conversaciones distintas, ideas nuevas, relaciones más auténticas. Se trata de volver a lo humano.
¿Para quién es perfecto?
- Empresas que han pasado por periodos de estrés o cambios fuertes
- Equipos que necesitan reconectarse después del home office o la rotación
- Líderes que entienden que el bienestar laboral no se improvisa
- Áreas de Recursos Humanos que buscan acciones con impacto emocional real
Este tipo de jornadas no solo fortalecen la cultura organizacional: la renuevan. Y si hay un lugar que potencia este tipo de experiencias, es el Cajón del Maipo. La combinación de aire puro, silencio, belleza natural y guía profesional hace que cada jornada sea una inversión emocional que perdura mucho más allá del día vivido.

8. Hacer rafting en el río Maipo
Si te gusta combinar naturaleza con una buena dosis de adrenalina, el rafting en el río Maipo es una de esas experiencias que no se olvidan. Esta actividad te saca de la rutina en el mejor sentido: estás rodeado de montañas, sintiendo la fuerza del agua bajo la balsa y compartiendo risas nerviosas con tu equipo o amigos. No importa si es tu primera vez o ya tienes algo de experiencia: el río siempre te regala algo distinto.
¿Dónde y cómo hacerlo?
El tramo más popular para hacer rafting parte desde el sector de San Alfonso o El Melocotón, donde operan distintas empresas certificadas que ofrecen recorridos seguros y guiados. El trayecto suele durar entre 1 y 2 horas en el agua, dependiendo del caudal y la época del año.
Hay opciones para todos los niveles, desde principiantes hasta quienes buscan una aventura un poco más exigente. Si nunca has hecho rafting, tranquilo: antes de subirte a la balsa, los guías te explican todo lo que necesitas saber, hacen una práctica rápida en tierra y te entregan todo el equipo de seguridad.
¿Cuál es la mejor temporada?
La primavera y el verano (de octubre a marzo) son los meses ideales, ya que el caudal del río aumenta con el deshielo de la cordillera, lo que lo vuelve más dinámico y divertido. Aun así, también hay salidas en otoño y parte del invierno, pero con recorridos más suaves y paisajes diferentes.
¿Qué llevar?
- Traje de baño o ropa que se pueda mojar completamente
- Zapatillas o sandalias deportivas con amarre (no chanclas sueltas)
- Toalla y ropa seca para cambiarte después
- Bloqueador solar resistente al agua
- Una actitud liviana y con ganas de mojarte (sí o sí vas a terminar empapado)
Algunas empresas incluso ofrecen duchas y vestidores al final del recorrido, y si vas en grupo, puedes coordinar snacks o almuerzo post-actividad.
¿Por qué vale la pena?
Porque más allá del vértigo inicial, hay algo profundamente revitalizante en dejarte llevar (literalmente) por la corriente, gritar con ganas y celebrar cada remolino como una victoria compartida. Es una forma distinta de conectar con la naturaleza y contigo mismo: tu cuerpo reacciona, tu mente se enfoca, tu corazón se acelera… y cuando terminas, estás vivo de otra forma.
Además, es una actividad perfecta para grupos, ya sea con amigos, en familia o incluso con tu equipo de trabajo. Nada une más que remar juntos en medio del río.

9. Tomarte un café en San José de Maipo
Después de un día de trekking, termas o adrenalina, hay algo mágico en bajar el ritmo y simplemente tomarte un buen café. San José de Maipo, con su aire de pueblo cordillerano detenido en el tiempo, es perfecto para eso. Sus casas coloniales, calles de tierra, vecinos saludando sin prisa y ese olor a leña que a veces se cuela por las esquinas, crean el ambiente ideal para una pausa con sabor.
¿Dónde tomar café en San José de Maipo?
Este pequeño pueblo ha visto crecer varias cafeterías con onda: algunas con un enfoque más gourmet, otras más rústicas, todas con identidad. Puedes encontrar desde preparaciones con granos seleccionados hasta infusiones de hierbas locales, jugos naturales o pastelería artesanal con ingredientes de la zona. Algunas opciones recomendadas:
- Café Literario del Maipo: acogedor, con libros para hojear y un buen espresso.
- Casa Bosque: con arquitectura de cuento y jardines donde sentarte bajo la sombra.
- Café de la Plaza: ideal si quieres ver el movimiento del pueblo desde una terraza con torta de zanahoria en mano.
La mayoría de estos espacios están pensados para quedarse un rato, no solo pasar. WiFi hay, pero lo mejor es dejar el teléfono y dejarse llevar por el ambiente.
¿Qué más hacer en el pueblo?
Además de tomarte un café, aprovecha de recorrer la feria de artesanías (si estás un fin de semana), visitar la antigua iglesia, comprar mermeladas o licores locales, y si te animas, caminar por las calles laterales donde verás huertas, perros sueltos y vecinos tomando mate en la vereda.
¿Cómo llegar?
San José de Maipo está a poco más de una hora desde Santiago. Puedes llegar en auto particular o en transporte público (buses desde Puente Alto). El camino está asfaltado y bien señalizado. Lo recomendable es ir con tiempo, porque aunque es pequeño, tiene mucho que ofrecer si vas con ojos atentos.
¿Qué llevar?
- Ropa cómoda y abrigo liviano (incluso en verano corre viento fresco)
- Cámara o celular cargado: los detalles del pueblo son fotogénicos
- Dinero en efectivo, ya que no todos los lugares aceptan tarjetas
- Ganas de parar un rato y disfrutar sin apuro
San José de Maipo no es solo una parada técnica. Es ese tipo de lugar que te invita a bajarte del auto, sentarte con un café caliente entre las manos, mirar el cielo despejado y decir: “esto era justo lo que necesitaba”.
10. Sumarte a dinámicas grupales en entornos naturales
A veces no se trata solo de salir a respirar aire puro, sino de volver distinto. Y eso pasa cuando compartes una experiencia que realmente te mueve, con personas con las que puedes conectar desde otro lugar. El Cajón del Maipo tiene ese algo especial que hace que las barreras se bajen, que los grupos se escuchen distinto y que el silencio, entre montañas, diga más de lo que podrías decir en una sala de reuniones.
Las dinámicas grupales en entornos naturales han ganado espacio como herramienta de desarrollo humano y laboral porque permiten trabajar aspectos como la confianza, la empatía, la comunicación o la motivación, pero desde un lugar auténtico, fuera del contexto habitual.
¿Qué tipo de dinámicas se pueden vivir?
Hay de todo y para distintos perfiles de grupo. Desde círculos de conversación bajo los árboles, hasta juegos de rol que ponen a prueba la colaboración, caminatas con pausas reflexivas o talleres que combinan arte, movimiento corporal y narrativas personales. El objetivo no es solo “pasarlo bien”, sino mirar hacia dentro y hacia los demás desde otro ángulo.
Organizaciones como Sureste han desarrollado propuestas que integran lo lúdico con lo emocional, lo físico con lo simbólico. Sus dinámicas grupales se adaptan según el objetivo de cada empresa o equipo, ya sea reforzar vínculos, trabajar la confianza, hacer cierre de ciclo o simplemente regalar una experiencia significativa a quienes sostienen día a día el trabajo interno.
¿A quién le sirve?
A todos. Desde empresas privadas que quieren fortalecer la cultura interna, hasta equipos educativos, fundaciones o instituciones públicas que buscan un espacio de contención o reconexión. No importa si se conocen mucho o poco: cuando el entorno natural está bien cuidado y la facilitación es profesional, los resultados llegan solos.
¿Cómo se organizan?
Por lo general, estas jornadas pueden durar desde medio día hasta un full day, y se realizan en espacios abiertos, seguros y pensados para contener. No necesitas experiencia previa ni condiciones físicas específicas. Lo importante es llegar con disposición, ropa cómoda, botella de agua y apertura para dejarte sorprender.
¿Por qué sumarte?
Porque después de vivir una dinámica grupal bien guiada, los equipos vuelven distintos. Más livianos, más conectados, más humanos. Porque en un entorno natural, la conversación fluye distinta, y lo que cuesta decir en una oficina, sale con facilidad cuando estás bajo el cielo abierto.
Bonus: Si estás organizando un cierre de año, una bienvenida, o simplemente un espacio de pausa, Sureste ofrece alternativas adaptadas a distintos tipos de equipo, con todo lo necesario para que solo te preocupes de llegar y vivir la experiencia.
Ya sea que vayas por aventura, descanso o desarrollo personal, el Cajón del Maipo tiene algo para ti. Y lo mejor es que siempre te deja con ganas de volver. Porque cuando un lugar te conecta con lo que importa, no hace falta irse tan lejos para sentirse lejos.